lunes, 28 de enero de 2013

Y siembra desde los cielos últimos rayos de un sol ya moribundo, 
El sonido del viento que hace danzar las desoladas hojas del follaje, 
Un susurro que hace más que silben para un abeto ya difunto; 
Púes el níveo velo errante narra su verdad en este natural lenguaje. 

Oscuridad casi desvanecida por lágrimas de luz a través de las hojas, 
Mientras densas nubes cabalgan aprisa hasta la lejanía ya de un horizonte, 
Delimitado por el asenso inexorable de un velo oblicuo como las olas, 
Bosque de las más altas crestas, velo que entierra en su monte. 

Las hojas desaparecen silenciosamente a la pausa del congelado viento, 
Espasmos retumban más tarde en el estruendo eco por aliento, 
Mientras que en las profundidades yacen hojas secas y purulentas, 
Entre el abeto y el mismo viento, paisaje pintoresco friolentas. 

 -Winterlandschaft und Nebel Wald:

Manto solemne trascendental – Adagio melancólico

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